By Belen Sevilla Morillo | Project and Community Gardener
Cali, Coveñas, and Santa Rosa de Osos were the places where I had the chance to connect deeply, look people in the eyes, and feel my heart recharged with SOLE energy. Every year, when I attend our in-person "Recarga tu SOLE" gathering, I carry home intense moments etched in my mind and heart. I am all ears, all eyes, and all heart for you, hoping to share my experiences with the words and spirit that allow you to live each moment as if it were your own.
The ultimate goal of "Recarga tu SOLE" is to walk away with your spirit full of SOLE. To understand that we’re not alone: SOLE is a movement. We have SOLEras y SOLEros spread across our region, our country, and our world. Doing SOLE is simple: all you need are people, a connected space, a few computers, and Big Questions. Big Questions are everywhere, and any activity, gathering, or moment can be SOLEd. When we use the internet together to learn, discuss, and take action, we’re building a fairer and more beautiful world—one Big Question at a time, step by step.
This year, Cali welcomed us with all its joy and "sabrosura". I can tell you that the SOLE Ambassadors of Valle and Cauca are people deeply rooted in the land. They are respectful, proud souls who care for the fruits of their labor and everything that connects them to their roots. They are sovereign people, defenders of their territory, knowledgeable stewards of their culture. Their land deserves respect and care, and its people must be nourished and sustained, never forgetting what unites them.
In this group, almost all are women—guardians who reclaim the power of care. They nurture, unite, and revolutionize from within. The men recognize, look directly at them, and make themselves available. They admire their voices and are moved by what they have to say.
Coveñas greeted us with beach, breeze, and sea. There was joy in their accents, music in the way they speak, and a group of women who radiate intelligence and warmth. One man was there, too, blending in with the energy, calm and happy. Art flows from the hands of the SOLE women of Montes de María: some bring it forth in their delicious creations, others weave fique fiber into hats, bags, earrings. Others work with totumo gourds. Their hands move along with their words, expressing creativity and care.
They bring care into their communities, changing the world from the youngest children, SOLEing with kids through Big Questions about the world. Sometimes, they sound weary, as if adult challenges are all that matter. But it’s not true: the music of childhood and youth sets the rhythm of the future, and they’re making it happen.
I missed the trip to Antioquia. I couldn’t embrace that paisa family who fills my heart and continues weaving the region, strengthening bonds that include the newest members.
My favorite moment in a "Recarga tu SOLE": the SOLE Love Circle. In short, two human circles form, one inside the other, with an equal number of people in each. For the next few minutes, the inner circle is silent, while those in the outer circle speak. Every 30 seconds, the outer circle moves one step to the right, bringing a new person to face. During those 30 seconds, you share something beautiful that touched your heart that day—a memory, a gesture, a word, something that gave you joy.
In Antioquia, that circle extended beyond itself. Though the activity had ended, people kept seeking each other out, sharing kind words and heartwarming moments with those they hadn’t faced in the exercise. For me, that is magic. For me, it speaks of the Antioquia SOLErs' spirit, their generosity, their nobility, and their immense capacity to give and receive.
And now we’re each back home, dear Madrinas. Here I am, sorting through photos, words, ideas, and memories, after a whirlwind of emotions.
Here I am, thinking that none of this would be possible without your support, without those donations that ease the load month by month and year after year. That money multiplies to reach far, all the way to the fair and beautiful future we’re building together.
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Hilando juntos, el poder de la presencia
Cali, Coveñas y Santa Rosa de Osos fueron el escenario donde pude conocer, mirar a los ojos y dejarme recargar el corazón de energía SOLEra.
Año tras año, cuando hago presencia en el encuentro presencial Recarga tu SOLE, me traigo instantes intensos grabados en las retinas y en el ritmo cardíaco. Soy oídos, ojos y piel para vosotras y espero poder contaros mi experiencia con las palabras y el espíritu que os permita recrear cada momento como si fuera vuestro.
El objetivo absoluto de un Recarga tu SOLE tiene que ver con llevarse el espíritu cargado de SOLE. Entender que no estamos solos, que hacer SOLE es un movimiento. Que tenemos SOLEros repartidos en nuestra región, en nuestro país, en nuestro mundo entero. Y hacer SOLE es sencillo, sólo necesitas personas, un espacio con conexión a Internet, unos cuantos computadores y Grandes Preguntas Las Grandes Preguntas están en todas partes, se puede SOLEar cualquier actividad, cualquier encuentro, cualquier situación. Si usamos el Internet en grupo para aprender, dialogar y tomar acción juntos, estamos creando un mundo más equitativo y hermoso juntos, una Gran Pregunta a la vez. Pasito a paso.
Cali nos recibió, como otros años, con toda la sabrosura. Puedo deciros que los Embajadores SOLE de Valle y Cauca son personas arraigadas a la tierra. Espíritus respetuosos y orgullosos de los frutos que cuidan y de todo aquello que les une a la raíz. Son pueblos soberanos, defensores de su territorio, conocedores y guardas de su cultura. Su tierra debe ser respetada, cuidada y atendida, y, su gente, debe nutrirse y mantenerse, sin olvidar lo que los une.
Casi todas mujeres en este combo. Mujeres guardianas, mujeres que reivindican el poder del cuidado. Ellas nutren, ellas juntan, ellas revolucionan desde lo más adentro. Ellos, las reconocen, las miran de frente y se ponen a disposición. Ellos, admiran sus voces y se dejan sorprender por lo que ellas dicen.
Coveñas nos recibió con su playa, brisa y mar. Alegría en los acentos que saltan letras para cantar más bonito y un grupo de mujeres que derrochan inteligencia y simpatía. También un único hombre, quien se mimetizó con toda esa energía femenina y navegó sin resistencia, sereno y alegre. El arte brota por las manos de las SOLEras de Montes de María. Algunas lo elaboran en sus preparaciones, rebosantes de dulzura. Otras tejen las fibras del fique para sus sombreros, bolsos, pendientes. Otras trabajan el totumo. Sus manos se mueven al acompañar sus palabras.
Ellas mueven el cuidado en sus comunidades: están cambiando el mundo desde los más pequeños, SOLEando con los niños al son de Grandes Preguntas sobre el mundo. Cuando lo cuentan, a veces, suenan desencantadas. Parece que lo que pasa con los adultos es lo que más suena. Pero no es verdad, la música que trae la niñez y la juventud es la que marca la parada del futuro. Y ellas lo están consiguiendo.
El viaje a Antioquia me lo perdí. No pude abrazar a aquella familia paisa que tanto llena mi corazón y que sigue Hilando la región, tejiendo los lazos que permanecen e incluyen a los más nuevos.
Mi momento favorito de un Recarga tu SOLE: La rueda del amor SOLEro. El cuento corto es formar dos círculos humanos concéntricos, uno dentro de otro, con el mismo número de personas dentro y fuera. En los siguientes minutos el círculo de dentro calla, el círculo de fuera habla. Cada 30 segundos, el círculo de fuera debe dar un paso a la derecha, así, con cada paso se cambia a la persona que tienes en frente. Durante esos 30 segundos, debes decirle algo bonito que te haya sucedido ese día, un recuerdo, un gesto, una palabra, algo que haya acariciado tu corazón.
En Antioquia ese círculo se extendió más allá.. Aunque había acabado la actividad, las personas siguieron buscándose para decirse cosas bonitas, para acariciar el corazón de aquellos a quienes no habían tenido delante durante el ejercicio. Para mi, eso es magia. Para mi eso habla del espíritu de los SOLEros de Antioquia y de su enorme capacidad de dar y recibir, de su generosidad y su nobleza.
Y ya estamos cada uno en su casa, queridas Madrinas. Aquí sigo poniendo en orden las fotos, las palabras, las ideas y los recuerdos, después de tanto revoltijo de emociones.
Aquí sigo pensando que nada de esto sería posible sin vuestro apoyo, sin esas donaciones que nos alivian la carga mes a mes y año tras año. Ese dinero que se multiplica para llegar lejos… hasta el futuro hermoso y equitativo que estaremos construyendo juntos.
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